La profecía puede proveer discernimiento dinámico a situaciones no muy claras de las Escrituras. Provee una percepción distintiva de las cosas de Dios que no pueden ser obtenidas del acostumbrado consejo de las Escrituras.
La Biblia provee el cuadro general ; el imponente diseño de Dios y cómo acercarlo a nuestra vida por el Espíritu. Esto no nos da siempre la manera o el método de hacerlo de forma efectiva. Para decirlo sencillamente, la Biblia ofrece la estrategia mientras la profecía revela tácticas.Por ejemplo, en la historia de Josafat(2 Crónicas 20), todo el pueblo vino a buscar al Señor. Ellos tuvieron la estrategia bíblica de orar y ayunar para lograr un fin. Sin embargo, fue la entrada de lo profético lo que causó un incremento masivo de fe y confianza. La profecía hizo que ellos tácticamente tomaran conciencia del plan de Dios para la situación.
Necesitamos para vivir cada palabra que viene de la boca de Dios; tanto para ordenar nuestras vidas con la Escritura como para ser guiados por el Espíritu. Desear moverse seriamente en la profecía es una parte vital de ser hijos de Dios
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